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amarlo y

hacerlo amar

Los Hermanos Contemplativos del Carmelo, somos una comunidad de vida religiosa monástica. Nos consagramos en la entrega total a Dios, a través de los votos de pobreza, castidad y obediencia. Con el voto de pobreza buscamos imitar a Cristo pobre que no hizo alarde de su categoría de Dios (flp 2, 6), y nos desprendemos de todas las riquezas materiales y espirituales que nos atan para volar libremente hacia Dios. A través del voto de castidad nos entregamos en cuerpo y alma al celibato por el reino de Dios, uniéndonos al Crucificado como la expresión más grande del amor de Dios. Finalmente, la obediencia nos ofrece un camino seguro para alcanzar la unión de voluntades con Dios, para imitar a la Virgen María en su FIAT generoso, y reconocer en los superiores la presencia viva de Jesús.

Nuestro carisma se resume en la frase de Teresita del Niño Jesús "Amarlo y hacerlo amar", queremos amar a Jesús a través de la contemplación y hacerlo amar en la acogida de las almas.

Somos amigos fuertes de Dios, como lo quería nuestra santa madre Teresa de Jesús; hermanos construyendo el Reino de Dios en santidad, acompañando a los desconsolados y a todos aquellos sedientos de Dios que deseen beber y alimentarse de la rica espiritualidad carmelitana.

Nuestra primera opción, es la vida religiosa como monjes carmelitas; la opción del sacerdocio ministerial queda abierta a aquellos a quienes el Señor llame y de acuerdo al momento que viva nuestra Comunidad.

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